Quiero

Quiero el sol, ese sol. El que te ilumina la mejilla y atraviesa la profundidad azul de tu mirada descubriendo cuevas recónditas en el lagrimal de tus ojos. Quiero tu sol, el que salta como rayo de luz de pestaña a pestaña, juguetón como el rocío en punta al filo de la hoja. Quiero el sol caliente, bello, templado, suave, susurrante, que se posa en tu sonrisa y labio encarnecido; quiero abrazarlo con la boca y sentir que a mí también me baña la luz que te recorre.