Nombre

No sé si tienes idea, pero es una vocecilla que te resuena cuando te levantas, y mientras las toses del bus, y te distraes un rato y parece que se va, pero inesperadamente vuelve. Es ese silbido constante que te recuerda que alguien en algún lugar vive. Y tu cabeza viene y va y se despista y se concentra con el eco suave de un nombre que, como el aire o el ruido de una bocina o un tropezón, gana decibelios, pasa a un primer plano, toma posesión de ti, de lo que eres o fuiste, pero lo domas, siempre en doma, y lo vuelves a guardar en el cuarto. Un cuarto con cama, sábanas deshechas y fotos y mensajes escritos y dichos en una voz perfectamente reconocible, en una letra perfectamente legible. Aprendes a vivir con ese nombre siempre en segundo o en primer plano.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.